miércoles, 23 de mayo de 2012

PROPIEDADES PERIÓDICAS

 


La tabla periódica de los elementos fue propuesta por Dimitri Mendeleiev y Julius Lothar Meyer quienes, trabajando por separado, prepararon una ordenación de todos los 64 elementos conocidos, basándose en la variación de las propiedades químicas (Mendeleiev) y físicas (Meyer) con la variación de sus masas atómicas. A diferencia de lo que había supuesto Newlands, en la Tabla periódica de Mendeleiev los periodos (filas diagonales y oblicuas) no tenían siempre la misma longitud, pero a lo largo de los mismos había una variación gradual de las propiedades, de tal forma que los elementos de un mismo grupo o familia se correspondían en los diferentes periodos. Esta tabla fue publicada en 1869, sobre la base de que las propiedades de los elementos son función periódica de sus pesos atómicos.

La tabla periódica de Mendeléiev presentaba ciertas irregularidades y problemas. En las décadas posteriores tuvo que integrar los descubrimientos de los gases nobles, las “tierras raras” y los elementos radioactivos. Otro problema adicional eran las irregularidades que existían para compaginar el criterio de ordenación por peso atómico creciente y la agrupación por familias con propiedades químicas comunes.


La explicación que aceptamos actualmente de la “ley periódica” descubierta por los químicos de mediados del siglo pasado surgió tras los desarrollos teóricos producidos en el primer tercio del siglo XX. En el primer tercio del siglo XX se construyó la mecánica cuántica. Gracias a estas investigaciones y a los desarrollos posteriores, hoy se acepta que la ordenación de los elementos en el sistema periódico está relacionada con la estructura electrónica de los átomos de los diversos elementos, a partir de la cual se pueden predecir sus diferentes propiedades químicas.



La tabla periódica y sus propiedades



La estructura de la Tabla Periódica (TP) moderna se basa en las configuraciones electrónicas de los elementos químicos. Dichas configuraciones presentan regularidades a lo largo de los distintos grupos y períodos. No es extrañar entonces, que ciertas propiedades de los átomos varíen en forma regular y sistemática a lo largo de la TP, en función de dichas configuraciones electrónicas. A estas propiedades se las denomina genéricamente

propiedades periódicas.


El reconocimiento de la importancia de estas propiedades particulares y de cómo varían a lo largo de la TP, permite al químico relacionar, recordar y predecir la química de los distintos elementos.


A continuación en detalle alguna de estas propiedades: tamaño atómico, energía de ionización, electroafinidad y electronegatividad.
 
MENDELEIEV











MOSELEY



RADIO ATÓMICO

 

El tamaño de un átomo no es una magnitud fácil de definir. En rigor, y según las consideraciones de la mecánica cuántica, el átomo es “infinito”. Como hemos visto, la probabilidad de encontrar el electrón a radios grandes, tiende asintóticamente a cero (recordar la forma de las curvas de distribución radial de probabilidad). Sin embargo, y dejando de lado estas consideraciones teóricas, es cierto que existen átomos cuyos electrones más externos están (en promedio) más o menos cerca del núcleo. Esto se refleja en las mayores o menores distancias internucleares, que podemos determinar experimentalmente en sus compuestos. La determinación experimental de estas distancias interatómicas, a partir de las que podemos obtener un “radio atómico”, se realiza por métodos diversos, pero el más utilizado es la difracción de rayos X. Cabe destacar que el radio atómico así determinado, va a depender del entorno en el que se encuentre ese átomo.



 
El átomo no es una esfera rígida así que dependiendo del tipo de fuerzas externas que se ejercen sobre él, puede variar su tamaño. Además, dependiendo de los átomos vecinos, un átomo dado puede tener más o menos comprometidos sus electrones externos formando enlaces químicos.



ENERGÍA DE IONIZACIÓN

La energía de ionización (I) de un elemento se define como energía requerida para arrancar un electrón de un átomo gaseoso aislado. Tanto el átomo neutro como el ion deben estar en su estado fundamental. La energía requerida para el proceso
A(g) A+ (g) + e
Donde el electrón que sale es el más débilmente unido del átomo A, es la primera energía de ionización de ionización, I1. Cuando, una vez ionizado el primer electrón, se extrae el segundo,
A + (g) A2+ (g) + e
La energía de este proceso se conoce como segunda energía de ionización, I2 y así sucesivamente se definen I3, I4,......, In. Las energías de ionización de los átomos neutros y de los cationes An + son todas positivas. Es decir, es necesario dar energía al sistema para vencer la fuerza de atracción del núcleo sobre el electrón y separarlo del mismo.



Al bajar en un grupo, la energía de ionización disminuye debido a que los electrones que se van a ionizar ocupan orbitales con mayor n. A pesar de que la Zef aumenta al bajar en un grupo, estos electrones se encuentran más alejados del núcleo y por lo tanto la fuerza con las que el núcleo los atrae es menor.
En general, la energía de ionización a lo largo de un período aumenta gradualmente.






AFINIDAD ELECTRÓNICA

 

La afinidad electrónica es la energía liberada o absorbida en el siguiente proceso:
A (g) + e A- (g)
donde tanto A como A- deben estar aislados y en sus estados fundamentales. En particular, ésta es la primera electroafinidad, EA1. El hecho de que el electrón que se agrega resulta finalmente atraído y retenido por el núcleo, es la razón por la que en muchos casos ese proceso libere energía (EA1 < 0). Un elemento tendrá una afinidad electrónica alta (en valor absoluto) cuanto mayor sea la carga nuclear efectiva que experimente el nuevo electrón. Sin embargo existen numerosas excepciones: todos los gases nobles y los elementos alcalinotérreos, entre otros, presentan electroafinidades positivas. En todos los casos este hecho se justifica a partir de sus particulares configuraciones electrónicas. En el caso de los gases nobles, el electrón que se agrega va a pertenecer a la capa n+1, más alejada del núcleo y por lo tanto, muy poco atraído. En el caso de los alcalinotérreos el electrón adicional ocupará un orbital np. Un electrón en este orbital, se encuentra muy apantallado por los electrones ns (los orbitales s son más penetrantes) y por lo tanto será, también, poco atraído por el núcleo. Por lo tanto, los efectos de repulsión interelectrónica son suficientes para que el proceso global sea energéticamente desfavorable.
Sin embargo, en términos generales y al igual que la energía de ionización, la electroafinidad aumenta (pero en valor absoluto) cuando avanzamos en un período a la derecha y disminuye al descender en un grupo. En un período, la tendencia se explica de acuerdo al aumento de la carga nuclear que tiene lugar a lo largo del mismo, lo cual origina un progresivo aumento en la atracción del núcleo hacia el electrón que se incorpora. Esto hace que la electroafinidad se vuelva cada vez más exotérmica, o sea más negativa (su valor absoluto crece).



ELECTRONEGATIVIDAD

La electronegatividad puede definirse como el poder (o la habilidad) de un átomo en una molécula de atraer los electrones, comprometidos en el enlace, hacia sí. Debemos enfatizar que todo intento de definir y cuantificar la electronegatividad debe partir del concepto de átomo enlazado. Es decir, no se trata de la capacidad de un átomo aislado para atraer los electrones, sino de uno en un entorno químico específico.
Como puede verse, la definición de electronegatividad es cualitativa y por lo tanto no es una magnitud que pueda “medirse”. Sin embargo, se han sugerido distintos métodos para estimar cuantitativamente este parámetro. A esta altura del curso, veremos cómo cuantificar la electronegatividad mediante la escala de Mulliken. Según este autor, la electronegatividad de un elemento puede calcularse como el promedio entre su energía de ionización y el opuesto de su electroafinidad. Cuanto mayor sea la energía de ionización de un átomo dado, resultará más difícil quitarle un electrón para formar una especie positiva, mientras que cuanta más negativa sea la electroafinidad, mayor será la tendencia del átomo a formar una especie negativa.




 

GRUPOS Y PERÍODOS DE LA TABLA PERIÓDICA

GRUPOS

A las columnas verticales de la Tabla Periódica se las conoce como grupos. Todos los elementos que pertenecen a un grupo tienen la misma valencia, y por ello, tienen características o propiedades similares entre sí. Por ejemplo los elementos en el grupo IA tienen valencia de 1 (un electrón su último nivel de energía) y todos tienden a perder ese electrón al enlazarse como iones positivos de +1. Los elementos en el último grupo de la derecha son los Gases Nobles, los cuales tienen su último nivel de energía lleno (regla del octeto) y por ello son todos extremadamente no-reactivos.
Los grupos de la Tabla Periódica, numerados de izquierda a derecha son:
Grupo 1 (IA): los metales alcalinos
Grupo 2 (IIA): los metales alcalinotérreos
Grupo 3 al Grupo 12: los metales de transición, metales nobles y metales mansos
Grupo 13 (IIIA): Térreos
Grupo 14 (IVA): carbonoideos
Grupo 15 (VA): nitrogenoideos
Grupo 16 (VIA): los calcógenos o anfígenos
Grupo 17 (VIIA): los halógenos
Grupo 18 (VIIIA): los gases nobles




PERÍODOS


Artículo principal: Períodos de la tabla periódica
Las filas horizontales de la Tabla Periódica son llamadas Períodos. Contrario a como ocurre en el caso de los grupos de la tabla periódica, los elementos que componen una misma fila tienen propiedades diferentes pero masas similares: todos los elementos de un período tienen el mismo número de orbitales. Siguiendo esa norma, cada elemento se coloca de acuerdo a su configuración electrónica. El primer período solo tiene dos miembros: hidrógeno y helio, ambos tienen solo el orbital 1s.
La tabla periódica consta de 7 períodos:
• Período 1
• Período 2
• Período 3
• Período 4
• Período 5
• Período 6
• Período 7

No hay comentarios:

Publicar un comentario